Los trabajadores se muestran
unánimes en su “rechazo absoluto” a esta tasa y solicitan que se establezca un
criterio de ocupación “por orden de llegada”
10/11/10. Urbanismo. El nuevo edificio de la Gerencia Municipal de
Urbanismo (GMU) del Ayuntamiento de Málaga aún no se ha estrenado oficialmente
y ya empieza a mostrar sus carencias. El inmueble cuenta con 240 plazas de
aparcamiento, de las que 80 están reservadas...
10/11/10. Urbanismo. El nuevo edificio de la Gerencia Municipal de
Urbanismo (GMU) del Ayuntamiento de Málaga aún no se ha estrenado oficialmente
y ya empieza a mostrar sus carencias. El inmueble cuenta con 240 plazas de
aparcamiento, de las que 80 están reservadas...
Los trabajadores se muestran
unánimes en su “rechazo absoluto” a esta tasa y solicitan que se establezca un
criterio de ocupación “por orden de llegada”
10/11/10. Urbanismo. El nuevo edificio de la Gerencia Municipal de
Urbanismo (GMU) del Ayuntamiento de Málaga aún no se ha estrenado oficialmente
y ya empieza a mostrar sus carencias. El inmueble cuenta con 240 plazas de
aparcamiento, de las que 80 están reservadas para coches oficiales, miembros
del Consejo, concejales, directores, etcétera. Sin embargo, el edificio albergará
a unos 420 trabajadores. Ante este descuadre, la decisión que han tomado los responsables
de la Gerencia es cobrar 300 euros al año a todos aquellos trabajadores que
quieran utilizar las plazas disponibles de este aparcamiento. Reunidos en
asamblea, los empleados de GMU han rechazado frontalmente esta medida y han
solicitado que prime el criterio de ocupación por orden de llegada. Del mismo
modo, el Comité de Empresa denuncia a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com que el propio Consistorio incumple la obligación
legal de dotar con suficientes plazas de aparcamiento el edificio, lo que
agravará los problemas de movilidad y estacionamiento que de por si ya tiene la
zona en la que se ubican estas dependencias, el paseo marítimo Antonio Machado.
LOS trabajadores del nuevo edificio de la GMU que quieran dejar su coche en el parking subterráneo del inmueble tendrán que pagar 25 euros al mes, diez euros si lo que se estaciona es una motocicleta. Así lo ha decidido finalmente la dirección de la Gerencia, acuerdo que ha sido comunicado a los empleados mediante un correo electrónico interno en el que se asegura que le dinero recaudado se destinará a sufragar los costes de mantenimiento. El montante reunido rondaría los 70.000 euros anuales.
UNA postura que desoye las peticiones de la asamblea de trabajadores, que en una reciente
reunión rechazaba esta medida y pedía soluciones para los más de 180 usuarios
del inmueble que se verán agraviados. Del mismo modo, el comunicado del Comité
de Empresa al que ha tenido acceso esta revista aboga por “establecer como prioritario
el criterio del orden de llegada
para la ocupación de los aparcamientos del nuevo edificio” y propone el “uso de
la parcela de autoridad portuaria que cuenta con mas de 55.000 metros
cuadrados de superficie”, la cual podría ser utilizada por
los trabajadores que se queden fuera, “así como por los administrados que se
dirijan a la GMU
a realizar cualquier tipo de trámite”.
LOS ánimos están caldeados habida cuenta de que el edifico ha costado la friolera de 34 millones de euros. “No podemos pagar por asistir al trabajo. Es una cuestión de principios. El ideólogo de tal medida olvida que la obra se ha efectuado en suelo público, que el coste de la instalación se ha visto incrementada con tres plantas de aparcamiento bajo el subsuelo, y que es un edificio de equipamiento con una obligación dotacional de plazas de parking. Y lo que es más grave, que esta Gerencia y este Ayuntamiento son los responsables de paliar los problemas de tráfico y estacionamiento en la zona. Y que la obligación legal de la construcción de aparcamientos se hace por este motivo. Para no congestionar más aún una zona ya de por si bastante afectada por problemas de movilidad”, expone el comunicado del Comité de Empresa de la GMU.
Y para que no quepa lugar a la duda, los trabajadores –que este pasado lunes 8 de noviembre han comenzado a ser trasladados al nuevo edificio municipal- adelantan que si la dirección no modificara su postura, emprenderán “acciones legales y movilizaciones”.
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aparcamiento, de las que 80 están reservadas para coches oficiales, miembros
del Consejo, concejales, directores, etcétera. Sin embargo, el edificio albergará
a unos 420 trabajadores. Ante este descuadre, la decisión que han tomado los responsables
de la Gerencia es cobrar 300 euros al año a todos aquellos trabajadores que
quieran utilizar las plazas disponibles de este aparcamiento. Reunidos en
asamblea, los empleados de GMU han rechazado frontalmente esta medida y han
solicitado que prime el criterio de ocupación por orden de llegada. Del mismo
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legal de dotar con suficientes plazas de aparcamiento el edificio, lo que
agravará los problemas de movilidad y estacionamiento que de por si ya tiene la
zona en la que se ubican estas dependencias, el paseo marítimo Antonio Machado.LOS trabajadores del nuevo edificio de la GMU que quieran dejar su coche en el parking subterráneo del inmueble tendrán que pagar 25 euros al mes, diez euros si lo que se estaciona es una motocicleta. Así lo ha decidido finalmente la dirección de la Gerencia, acuerdo que ha sido comunicado a los empleados mediante un correo electrónico interno en el que se asegura que le dinero recaudado se destinará a sufragar los costes de mantenimiento. El montante reunido rondaría los 70.000 euros anuales.
UNA postura que desoye las peticiones de la asamblea de trabajadores, que en una reciente
reunión rechazaba esta medida y pedía soluciones para los más de 180 usuarios
del inmueble que se verán agraviados. Del mismo modo, el comunicado del Comité
de Empresa al que ha tenido acceso esta revista aboga por “establecer como prioritario
el criterio del orden de llegada
para la ocupación de los aparcamientos del nuevo edificio” y propone el “uso de
la parcela de autoridad portuaria que cuenta con mas de 55.000 metros
cuadrados de superficie”, la cual podría ser utilizada por
los trabajadores que se queden fuera, “así como por los administrados que se
dirijan a la GMU
a realizar cualquier tipo de trámite”.LOS ánimos están caldeados habida cuenta de que el edifico ha costado la friolera de 34 millones de euros. “No podemos pagar por asistir al trabajo. Es una cuestión de principios. El ideólogo de tal medida olvida que la obra se ha efectuado en suelo público, que el coste de la instalación se ha visto incrementada con tres plantas de aparcamiento bajo el subsuelo, y que es un edificio de equipamiento con una obligación dotacional de plazas de parking. Y lo que es más grave, que esta Gerencia y este Ayuntamiento son los responsables de paliar los problemas de tráfico y estacionamiento en la zona. Y que la obligación legal de la construcción de aparcamientos se hace por este motivo. Para no congestionar más aún una zona ya de por si bastante afectada por problemas de movilidad”, expone el comunicado del Comité de Empresa de la GMU.
Y para que no quepa lugar a la duda, los trabajadores –que este pasado lunes 8 de noviembre han comenzado a ser trasladados al nuevo edificio municipal- adelantan que si la dirección no modificara su postura, emprenderán “acciones legales y movilizaciones”.
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