La primera denuncia de los arrendatarios por las ruinosas condiciones de esta casa propiedad de la familia De la Torre datan de hace 12 años y no han servido de nada

15/03/11. Urbanismo. La difunta madre del alcalde de Málaga, María Victoria Prados, el propio regidor, Francisco de la Torre Prados, y sus hermanos son los responsables, como propietarios del inmueble situado en la calle Rosal Blanco número 6, de que a día de hoy la casa se caiga a pedazos...

La primera denuncia de los arrendatarios por las ruinosas condiciones de esta casa propiedad de la familia De la Torre datan de hace 12 años y no han servido de nada

15/03/11. Urbanismo. La difunta madre del alcalde de Málaga, María Victoria Prados, el propio regidor, Francisco de la Torre Prados, y sus hermanos son los responsables, como propietarios del inmueble situado en la calle Rosal Blanco número 6, de que a día de hoy la casa se caiga a pedazos con sus inquilinos dentro. Desde 1999, año en que se tramitó la primera denuncia por el lamentable estado del inmueble, la propiedad ha incumplido la obligación de mantener la vivienda en unas mínimas condiciones de habitabilidad, mientras, los arrendatarios no han dejado de pagar sus alquileres. A día de hoy, según informan a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, en Rosal Blanco vive una anciana de 70 años que nació en esta misma casa, una madre soltera con dos niños y un grupo de toxicómanos que ha okupado una de las habitaciones. La jugada de ceder ahora la casa al Ayuntamiento y a la Junta, no puede ser entendida sino como una dejación de responsabilidades del alcalde de Málaga y sus hermanos, por si ocurre una desgracia en el inmueble, dado que los responsables a efectos legales serían ellos.

EL libro El acoso inmobiliario. Una lucha desigual. El caso de Málaga recopilaba varios casos de acoso inmobiliario en la capital de la Costa del Sol, entre ellos, el de la calle Rosal Blanco nº 6 que puede consultar AQUÍ. Este capítulo describe con detalle los peligros de derrumbe, las goteras, la deficiente instalación eléctrica…, en resumen, las condiciones de insalubridad y riesgo que viene arrastrando el centenario caserón, que por cierto incluso protagonizó un capítulo de la sección ‘¡Proteste ya!’ del programa de televisión Caiga quien Caiga.

LA semana pasada, parte del techo de Rosal Blanco, casa construida en 1890, se derrumbó a causa de las lluvias. Acto seguido, el Defensor del Ciudadano, Francisco Gutiérrez, se personó en la vivienda para denunciar el abandono y míseras condiciones en las que se encuentra el inmueble. Gutiérrez ha seguido este caso desde sus comienzos, no en vano, el citado libro es una edición que realizó la oficina del Defensor del Ciudadano en colaboración con Airon Sesenta SL –editora de EL OBSERVADOR–.

“¿QUÉ se ha hecho en 20 años para conservar la casa?”, preguntó ayer esta revista a Francisco Gutiérrez. “Nada. La primera queja de Rosal Blanco que entra en la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) es de 1999. Entonces vivían allí seis familias que plantearon que el edificio estaba en muy malas condiciones, con peligro de derrumbe. Ese mismo año la GMU insta a María Victoria Prados a hacer la reforma. Pusieron parches que en absoluto han solucionado los problemas de fondo, a pesar de que las denuncias de los vecinos se volvieron a repetir”, responde Gutiérrez.

“EN 2008 se aprueba la expropiación de esta casa ya que entra dentro de los terrenos del plan de las tecnocasas. Pero ni la Gerencia de Urbanismo ni la Junta ni la propiedad hacen nada hasta la semana pasada en que volvemos a sacar el tema”, añade.

INMEDIATAMENTE después de la denuncia pública del Defensor del Ciudadano, el abogado Luis Portero, sobrino de Francisco de la Torre y representante legal de la familia en este particular, se presenta en Rosal Blanco y tras comprobar el estado en que se encuentra, redacta un escrito dirigido a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Málaga solicitándoles que se hagan cargo del inmueble, ante el evidente deterioro que presenta y el peligro que conlleva seguir habitándolo. Así la familia está dispuesta a ceder la propiedad antes de que se haga efectivo el pago del precio de la expropiación, el cual, todavía se está dirimiendo.

LA postura del alcalde y sus hermanos es la de una dejación de responsabilidades, porque si a día de hoy ocurriera alguna clase de desgracia en Rosal Blanco, cosa no poco probable,  la responsabilidad sería suya, por omisión del deber de mantener el edificio en las mínimas condiciones de salud, higiene y seguridad. Pero con esta huida hacia delante, dejan en las administraciones esta responsabilidad.

LAS prisas y la celeridad con la que se ha respondido a la denuncia del Defensor del Ciudadano “para poder realojar cuánto antes a las familias”, como ha titulado rápidamente un medio de comunicación, no ocultan el hecho de que desde 1999 la propiedad del edificio no ha hecho nada por poner arreglo a los desperfectos del inmueble. Más aún cuándo en la casa habitan y pagan religiosamente un alquiler de 70 euros una mujer anciana y una madre soltera con dos niños, que encima tienen que soportar la convivencia con un grupo de toxicómanos que desde hace años ocupan una de las habitaciones de la vivienda.