Apenas seis meses después de inaugurarse el edificio, la medida aprobada tratará de paliar el exceso de luminosidad denunciado por los trabajadores municipales 

25/05/11. Urbanismo. Los 62.400 euros en los que el Ayuntamiento de Málaga ha licitado la oferta para poner persianas en la nueva sede de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) del paseo marítimo Antonio Machado vienen a reconocer lo inapropiado que resulta una fachada...

Apenas seis meses después de inaugurarse el edificio, la medida aprobada tratará de paliar el exceso de luminosidad denunciado por los trabajadores municipales

25/05/11. Urbanismo. Los 62.400 euros en los que el Ayuntamiento de Málaga ha licitado la oferta para poner persianas en la nueva sede de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) del paseo marítimo Antonio Machado vienen a reconocer lo inapropiado que resulta una fachada acristalada, cuya instalación supuso un sobrecoste de 10 millones de euros en este edificio. El comité de empresa de la GMU señala a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com que espera que con esta medida se logré evitar el exceso de luminosidad que provoca incómodos reflejos en las pantallas de los ordenadores.

EN agosto de 2009, en plena Feria de Málaga, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz (PP), anunció que la sede de la GMU del paseo marítimo Antonio Machado -cuya construcción estaba entonces paralizada- cambiaba de diseño. Acompañado del arquitecto encargado del proyecto, Javier Pérez de la Fuente, el edil explicó que el edificio iba a ser recubierto de grandes láminas de vidrio. Se trataba, según sus palabras, de una “fachada climática que se comporta como una piel viva que reacciona a las condiciones cambiantes del entorno”.

ESTE anuncio supuso un aumento del presupuesto del 70%, de 19,9 a 30 millones de euros, del desembolso inicial contemplado para este edificio de oficinas municipales.



YA entonces, esta revista consultó a un nutrido grupo de expertos en bioclimática, arquitectura y materiales de construcción que advirtieron de que por la orientación sur y el material elegido (vidrio-cristal), la justificación del ahorro energético esgrimida por el Ayuntamiento no era en absoluto verosímil. Al contrario, la opción elegida no sólo multiplicaba el coste, también lo hacía insostenible. Al igual que ocurre con la sede de la Diputación, donde también se optó por una fachada acristalada, uno de los primeros fallos apreciables ha sido el exceso de luz.

NINGÚN responsable político ni técnico previno de algo tan sencillo como que el exceso de luz solar provoca incómodos reflejos en las pantallas de los ordenadores que hacen prácticamente imposible su manejo. Por eso en la sede de la Diputación de Málaga, que costó 34 millones de euros, se tuvieron que instalar a posteriori vinilos oscuros y grandes estores. Por eso en la nueva sede de la GMU de Málaga, otro edificio ‘plagado’ de ordenadores, se ha optado por esta solución.

ASÍ tras las protestas esgrimidas por el comité de empresa de Urbanismo, el Ayuntamiento ha sacado a licitación un concurso para el “Suministro e Instalación de persianas plisadas para el edificio múltiple de servicios municipales” por un importe de 62.400 euros con IVA. Como medida preventiva, los empleados de la Gerencia ya habían ‘empapelado’ con mapas y planos las fachadas para mitigar la luz solar.

POR otro lado, los presupuestos programados para la GMU en 2011 contemplan en el capítulo de gastos una partida específica de 319.000 euros de “energía eléctrica”. Este mismo gasto destinado a “energía eléctrica” en la anterior sede de la GMU en 2008 era de 65.000 euros, esto es, más de tres veces menos. Estas cifras demuestran el éxito del ahorro energético logrado con la nueva sede.