“Dado que ‘es imposible un crecimiento ilimitado, en un planeta con recursos naturales finitos’ y que ya hemos sobrepasado algunos límites planetarios, la única alternativa sensata es el decrecimiento”

OPINIÓN. ECOselección BlogSOStenible. Por Pepe Galindo
Profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UMA


07/05/21. 
Opinión. El profesor de la UMA, Pepe Galindo, comparte en su espacio de colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com textos de su web BlogSOStenible. En esta ocasión escribe sobre el libro ‘Cambio climático, el gigante que amenaza la Tierra’, de Cayetano Gutiérrez Pérez, @disfrutalacienciac : “Un libro muy interesante para educación ambiental juvenil. Los chavales pueden...

...identificarse con la fórmula del libro: una fábula en la que unas hormigas van al colegio y la profesora les manda tareas de investigación sobre la crisis ecológica. Esta forma de estudiar el problema, desde un punto de vista externo al ser humano, ayuda a ser más objetivos”.

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El libro ‘Cambio climático, el gigante que amenaza la Tierra’, de Cayetano Gutierrez Pérez, una reseña

Un libro muy interesante para educación ambiental juvenil. Los chavales pueden identificarse con la fórmula del libro: una fábula en la que unas hormigas van al colegio y la profesora les manda tareas de investigación sobre la crisis ecológica. Esta forma de estudiar el problema, desde un punto de vista externo al ser humano, ayuda a ser más objetivos.


De forma amena y divertida se tratan muchos temas que cohesionan en los jóvenes los conocimientos que estudian en distintas asignaturas, dando datos y razonamientos que suelen faltar en la educación básica.

Por ejemplo, se explican las cuatro leyes de la naturaleza y su importancia en los ecosistemas. Muchos niños (y adultos) se extrañan aún de frases como esta: “Los humanos y demás seres que respiran oxígeno somos parásitos de los vegetales”. El texto, además, relaciona el incumplimiento de esas leyes por parte de los humanos, con las multinacionales que fomentan el consumismo, así como con la obsolescencia programada y su alternativa, la alargascencia. También resalta la desconexión entre ese consumismo y la felicidad.

Dado que “es imposible un crecimiento ilimitado, en un planeta con recursos naturales finitos” y que ya hemos sobrepasado algunos límites planetarios, la única alternativa sensata es el decrecimiento. Es razonable teniendo en cuenta que, por ejemplo, se ha deforestado gran parte del planeta para aumentar la agricultura “con la falsa excusa de que era imprescindible para alimentar a tantos millones de personas, cuando hoy en día se sabe que se desperdicia casi un tercio de la comida que producimos”.

El libro trata de forma amena y práctica temas como el efecto invernadero (y sus gases), los problemas con los combustibles fósiles, los lobbys que manipulan a políticos y a la opinión pública, y las consecuencias del cambio climático (muertes por calor, enfermedades, subida del nivel del mar, pérdida de ecosistemas, fenómenos meteorológicos extremos, problemas sanitarios, mayor desigualdad, hambre, migraciones masivas…).

Se pone sobre la mesa cómo los países pobres van a sufrir más con el cambio climático siendo los menos culpables. Por tanto, es lógico que los países ricos no solo hagan más esfuerzos por reducir la contaminación, sino que también ayuden a los pobres a mitigar los problemas.

¿Cómo podemos mitigar el cambio climático?

El libro incluye 50 medidas individuales para mitigar el cambio climático y la crisis ambiental. Muchas coinciden con la Cadena Verde, tocando temas de alimentación, energía, consumismo, agua… Por supuesto, se resalta la importancia de una dieta baja en carne con unos datos curiosos sobre el consumo de agua diario por cada tipo de dieta:

  • Dieta vegana: 1.134 litros (aunque el veganismo es más que una dieta).
  • Dieta vegetariana: 4.448 litros.
  • Dieta con carne: 15.120 litros, lo cual es un dato aproximado porque depende mucho del tipo de carne: “cambiar 1 kg de ternera por 1 kg de pollo, supone un ahorro de agua importantísimo, de entre 9.000 y 16.000 litros”. La ternera, el cordero y el cerdo son carnes de impacto ambiental extremo.

Muchos colegios y organismos (como el ejército de Noruega) están imponiendo un día a la semana sin nada de carne ni pescado, por salud y ecologismo (aunque hay más motivos).

También se propone en este libro propiciar el comercio local, reducir el consumo de productos enlatados, y cambiar a coches eléctricos (aunque en realidad ningún coche privado puede ser sostenible). Respecto al reciclaje, deja claro que “reciclar no es suficiente“, y trata el problema de los microplásticos proponiendo soluciones interesantes, tales como no comprar tejidos sintéticos que liberan contaminantes al lavarlos, siendo mejores las fibras naturales (algodón, lino o cáñamo). También propone la lana, pero al ser un producto de origen animal, tiene un impacto mucho mayor que los productos netamente vegetales. Otra de las medidas que propone es tener menos hijos, de lo cual no se habla mucho en los medios a pesar de que está en línea con lo que dicen los científicos. También es justo decir que no todas las personas contaminan lo mismo, siendo principalmente culpables los más ricos del planeta.

Algunas frases interesantes para reflexionar:

  • “La agricultura actual consume aproximadamente el 70% del agua que gasta toda la humanidad, aunque los productos de esa agricultura se usan fundamentalmente para alimentar ganado”. ¿No incita esto a entender que comer menos ganado implica consumir menos agua? ¿Y también menos petróleo, pesticidas…?
  • “El metano es un gas de efecto invernadero unas 20 veces más potente que el dióxido de carbono. Procede fundamentalmente de la industria ganadera, es decir, del consumo de carne” (pero también de lácteos y huevos).
  • “La solidaridad de las naciones, a la hora de abordar las medidas para paliar el cambio climático, es fundamental”.
  • “Entre 250 y 1.000 millones de personas perderán sus casas o se verán forzadas a mudarse de territorio y hasta de país en los próximos 50 años, por el cambio climático, provocando más desplazamientos que un conflicto armado”.
  • “Nada tiene tanto impacto sobre nuestra salud y sobre el medio ambiente como nuestra dieta” (descubre el veganismo y el flexitarianismo).

El libro termina con una lista de iniciativas interesantes y buenas noticias que demuestran que hay mucha gente trabajando para hacer bien las cosas. “Es demasiado tarde para ser pesimistas”, dice, por lo que necesitamos un cambio de modelo que requiere el compromiso de buena parte de la población. Con las graciosas hormigas del ilustrador Mateo Ripoll, el libro es ideal para leerlo en los colegios en varios días, pues incita a la reflexión y a la acción.

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